Hammam: también conocido como baño árabe o turco; consiste en un baño de vapor, que incluye limpiar el cuerpo y relajarse. Basándonos en esta definición, me parece vital cuidar cada detalle en el baño, juegan un papel muy importante las tonalidades elegidas, los materiales, incluso los tejidos utilizados.
Si tuviera que decorarlo, haría lo posible por crear un juego de luces y sombras en perfecta armonía, optaría por tonos beiges, ocres y grisáceos sacados de lo más profundo de la tierra, creo que son los que aportan más paz y serenidad. El toque final podemos dárselo con unas velas aromáticas y jabones naturales. Recordad que los complementos en madera aportan calidez: un taburete, un cepillo del pelo o unas cajitas para organizar pequeños accesorios, pueden ser nuestro gran aliado.
Espero que vuestro fin de semana haya sido lo suficientemente relajado, como para poder empezar el lunes con mucha energía.