Hay lugares que son idóneos para soñar, viviendas que logran cautivarnos más allá de lo esperado, algunas casi casi llegando a conectar con nosotros de una manera especial…
La propuesta de hoy es una de esas casas en la que se mezcla lo tradicional y la modernidad, una combinación de estilos, texturas y colores que junto a la cercanía del mar nos invita a la reflexión.
Sólo hay tiempo y lugar para el descanso y la gastronomía, cuidando hasta el más mínimo detalle para conseguir una buena sintonía con Tánger y con el mar. Me gustan especialmente las vidrieras, aportando la frescura y luminosidad perfectas en cada estancia.

Jordi Canosa

Y vosotros, ¿en qué lugar de la casa os quedáis? No vale decir que en la tumbona.