La idea de celebrar una boda en el desierto siempre me ha entusiasmado. Las dunas y la tranquilidad me parecen el escenario perfecto para que una pareja declare su amor eterno. Disfrutar de un paseo en camello, degustar un rico tajine y sentarse a tomar un té con hierbabuena y pastas mientras esperamos que se ponga el sol, me parece maravilloso. Las fotografías de esta boda me gustan porque tienen cierto aspecto vintage y creo que la hace muy especial. Solo tenemos que ver su decoración: candelabros y portavelas antiguos, la presencia de cajitas doradas y bandejas repletas de fruta y dátiles. ¿No me digáis que el entorno no es idílico?

Por cierto, si te gusta la decoración marroquí con cierto aspecto vintage, no dejes de pasar por la Shop a ver los portavelas “smaa”, todos ellos son antiguos y los hemos ido recopilando cuidadosamente.