Oriente y occidente se unen para sorprendernos con una vivienda única, en la que mezclan las tonalidades blancas propias del norte con muebles oscuros que llenan de encanto e intriga las estancias. Además los baúles de madera, ideales para almacenar cuando tenemos poco espacio y la cerámica japonesa juegan  un papel esencial en este tipo de decoración. La luz que aportan las velas y los farolillos dan al ambiente una tonalidad que se complementa perfectamente con la luz natural que entra por las ventanas. Como veréis, ningún rincón se resiste a las maravillosas alfombras beni ouarain, perfectas para aportar al hogar el calor necesario en estas fechas.

Ya observamos algunas pinceladas en cuanto a decoración navideña, me gustan por ser muy naturales. Piñas y granadas recién recogidas sirven de base para un centro de mesa. Y vosotros, ¿Por cuál os decantáis este año en casa?