Si la semana pasada os enseñábamos un pequeño rincón de nuestro salón, hoy volvemos a las andada con la zona del comedor, que de nuevo ha sido reubicada al lado del ventanal. Esta vez hemos decorado el espacio con la paleta de azules por su proximidad a la zona del sofá, queríamos unificar ambientes y para ello nada mejor que utilizar un mismo color como hilo conductor, en este caso el azul turquesa. Un espacio creado e improvisado para la hora del desayuno, sobre la mesa de roble hay vasos de vidrio reciclado y boles artesanos procedentes de Marruecos además de otras piezas singulares a las que tengo un especial cariño (la caja de hojalata para el café fue uno de mis primeros caprichos para la casa, cuándo todavía no sabía que se acabarían conviertiendo en una obsesión). La hora del desayuno nos gusta así, tranquila, fresca y natural, con la luminosidad que entra a través de los estores a los que damos la espalda.

 Si os ha gustado, aquí os dejamos con otro de nuestros desayunos, ¡¡¡para que vayáis abriendo apetito!!!