Nunca imaginamos que las alfombras kilim son tan versátiles que pueden entrar a formar parte de nuestra vida en cualquier momento, sobre todo si los colores y sus geometría nos atraen tanto como la que hoy os queremos enseñar. Se trata de un dormitorio de bebé, que ha sido decorado de una forma sencilla y con unas tonalidades pausadas que invitan al descanso. El kilim está en sintonía con el dormitorio, ya que sus motivos geométricos parecen fundirse con diversos objetos que habitan en él. Sin duda, se trata de un elemento que aporta dinamismo y sirve como hilo conductor para toda la estancia.
Y tú… ¿te atreverías a introducir una alfombra de tipo kilim en el dormitorio de los más pequeños?
Si os gusta la idea, podéis ver otro modelo aquí.