La naturalidad y sencillez que transmite este hotel, situado en Ibiza, nos atrae de tal forma que se hace prácticamente imposible no imaginarse a uno mismo disfrutando de cada uno de los rincones del edificio. Se han cuidado los detalles al máximo, desde las piezas de cubertería, hasta los geles y aromas para el baño, pasando por la gran variedad de textiles. Sin duda un placer para los sentidos.

Cuando acabéis de disfrutar del hotel nos contáis qué os ha parecido.