Últimamente me apetece vestir el dormitorio con colores neutros y texturas sencillas e impolutas. Con la llegada del verano suelo incorporar detalles bohemios y sencillos, que en la mayor de las ocasiones encuentro en los complementos de decoración marroquíes. Un bonito farol árabe estratégicamente situado puede ser un gran aliado, así como una handira dispuesta a modo de alfombra, que  siempre dará luminosidad y elegancia a la estancia. Se trata de incorporar pequeños detalles que la hacen única y que la diferencia del resto, dándole un toque noretnic muy acorde a la nueva temporada que está a puntito de comenzar.

No me digáis que la repisa de la ventana no resulta bohemia y encantadora…