Esta vez si que despedimos definitivamente el verano y damos paso a una nueva temporada que al menos aquí comienza lluviosa (y buena  falta nos hace). El otoño se presenta con algunas incertidumbres, siguen siendo momentos de cambio y eso se refleja en nuestro hogar. Yo tengo muchas ganas de cambiar la decoración del dormitorio, sacar los textiles neutros y enfundar la casa en lino y algodón. Buena culpa de ello la tiene la vivienda que hoy os muestro, cuyas texturas aportan la ligereza justa para después poder realizar todos los cambios que queramos de forma paulatina. Esta temporada se van a llevar más que nunca los poufs negros y marrones, tonalidades totalmente acordes para estas fechas.

Creo que nunca os he comentado lo que me apasionan los visillos anudados!!!
Besos.