Hoy me apetecía quedarme en la cama, desconectar del mundo, apagar el despertador y hacer la pereza, literalmente…
Tenía ganas de despertarme tranquilamente, desayunar, leer un buen libro y disfrutar de los placeres de la vida domingueros. Pero no, he tenido que levantarme deprisa y corriendo para venir a trabajar, un desayuno de pie en la cocina, agarrar el bolso y echar a andar. Suerte que el paseo primaveral ha servido para despertarme…
El dormitorio del que os hablaba podía tener perfectamente esta estética: cojines bereberes de  diferentes colores y estampados, lino, rafia, madera… un derroche de materiales naturales que hacen la estancia muy acogedora.

The marion house book

¿A que ahora también os han entrado ganas de volver a la cama?