Viajamos hasta muy lejos para encontrarnos con un hogar especial, cargado de detalles étnicos y escandinavos, aunque se encuentre en Estonia. Su dueña ha sabido combinar perfectamente los dos estilos utilizando el mobiliario austero y decorándolo con grandes dosis de color mediante kilims, cojines y alfombras bereberes, que ella mismo compró en un viaje a Essaouira. Nos sorprende gratamente su mezcla ya que en la vivienda podemos encontrar desde una colcha de ganchillo hasta una vitrina retro que conjuga muy bien con los textiles coloridos que tanto gustan a su propietaria. Reconozco que yo también siento debilidad por la mezclas de muebles sencillos y complementos étnicos, ya sabéis que el Noretnic forma parte de mí.

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