Una vez más la evocadora belleza de los kilims nos deja asombrados con su poder.  Visualizamos un dormitorio en perfecta armonía en el que el sueño matutino nos evoca sensaciones muy dulces y serenas. Un bebé que duerme en su cuna plácidamente y la embriagadora sencillez de los objetos en madera natural que lo envuelve todo. Ya no nos resulta extraño  que incorporen una pieza con encanto en forma de textil, cuyas pincelas parecen decirnos muchas cosas agradables y nos acompañan a descansar. Sin duda alguna, nos parece una colcha adecuada para un dormitorio cargado de emociones que se aprecian en todos los detalle.

La damajuana con flores refrescantes no puede gustarme más.

El resto como podéis apreciar, es sencillo… sencillamente perfecto!