Pinceladas de color inundan nuestros sentidos, nos dejamos llevar por los tonos fresas, fucsias y rosados, transportándonos a un mundo de sensaciones jamás imaginable.
Un color capaz de llamar la atención por sí solo, no necesita grandes acompañantes para que podamos disfrutar de él, simplemente reaccionamos con una sonrisa y una sensación de vivacidad y alegría.
Las maravillosas tonalidades del color fucsia son perfectas para colmar con pinceladas de color algunas estancias dedicadas al descanso: salones y dormitorios necesitan de su viveza en pequeñas dosis, además de combinar a la perfección con tonos verdes y colores neutros, nos aportan frescura en estos días calurosos…
Por cierto, a propósito de este post, deciros que acabo de redecorar mi salón con unos preciosos cojines fucsias y un pouf marroquí a juego.

Y vosotr@s, ¿también véis la vida de color rosa?