Este fin de semana hemos aprovechado para estar en casa y disfrutar de un desayuno slow. A veces, el simple hecho de sentarme a la mesa relajadamente se convierte en una necesidad. Además tenía ganas de estrenar el nuevo mantel de lino que tanto tiempo llevaba buscando, así que vi la ocasión perfecta para combinarlo con las nuevas piezas de cerámica de la tienda. La verdad que nos sentó muy bien tomarnos un momento de relax con un buen desayuno, vino genial para comenzar el día de forma provechosa.

¿Y a vosotros cómo os gusta vestir la mesa?