En las mañanas calurosas de verano sólo apetecen desayunos ligeros, suaves y muy muy frescos, verdad?? Una bebida fría, una pieza de fruta, un yogurt con cereales… Las combinaciones pueden ser numerosas y muy personales, pero de lo que no hay duda es que para tener un desayuno de este tipo, no hay mejor comienzo que hacerlo en un entorno acorde con nuestras necesidades del momento. Por tanto, una cocina en colores suaves, con mucha claridad y sin sobrecargas, dejando a la vista los elementos más útiles y de diseño, ayuda a poder conseguir nuestro fresco breakfast.

Y como hoy estoy en modo cotilla, ¿qué os habéis desayunado hoy?