Hoy, hemos dado con un lugar que hace soñar, un lugar frondoso, minimalista y con toques étnicos en su decoración que lo hace más especial todavía. Aún tenemos tiempo de disfrutar del exterior, solo necesitamos incorporar unos cuántos detalles que lo hagan más cálido y acogedor.
Con la llegada del otoño los días se hacen cada vez más y más cortos… necesitamos ya encender unas velitas para alumbrar las escaleras.
¿Bajamos?

Todavía nos quedan resquicios del verano, como podemos ver, aún están las tumbonas perfectamente dispuestas, eso sí, esta vez unos preciosos cojines en tonos marrones rompen su protagonismo.

Un espacio improvisado a base de cojines aleatoriamente colocados sobre una alfombra muy colorida llama nuestra atención.

Finalmente llagamos a nuestro rincón favorito, un lugar frondoso rodeado de palmeras y bambú… ideal para la meditación. ¿No os parece?

Richard Powers