Hace mucho tiempo os enseñé una preciosa casa situada en Essaouira (la costa Atlántica de Marruecos).  Se trata de una vivienda que predomina por las pinceladas en  tonalidades pastel y que la hacen muy romántica y encantadora. Hoy, años después, y aprovechando que estamos en verano, quiero enseñaros sus exteriores, que no tienen nada que envidiar a la casa. Una mezcla de blanco impoluto, (tanto que llega casi a deslumbrar) y textiles confeccionados en colores rosas, azules y amarillos que quedan fenomenal en un ambiente con antiguas baldosas hidráulicas, puertas y arcos arabescos. A mí, sobre todo, me gusta por lo sencilla que resulta, irradiando al mismo tiempo un clima de confort difícil de explicar… Solo hace falta relajarse y disfrutar, ya que la vivienda está preparada para pasar unas vacaciones de ensueño.

Si tenéis ganas de ver el resto de la casa, pinchad aquí. Lo mejor de esta vivienda es que se puede alquilar, (yo ya la tengo en mi lista de deseos).