Echando un vistazo a la cocina que hoy os muestro, me doy cuenta de la variedad de piezas marroquíes que han seleccionado, entre ellas, cerámicas procedentes de varias regiones de Marruecos, cucharones de madera y utensilios de metal como puede ser la tetera, los antiguos  cazos… que cobran un gran protagonismo. Una vez más, se entremezcla el mobiliario típicamente nórdico con objetos de diferentes culturas, lo que la convierten en una cocina única y con un valor añadido. Me gusta especialmente por la convivencia de diferentes tipos de sillas, la vitrina que muestra todos los tesoros adquiridos en diferentes lugares y la estética bohemia que la caracteriza con el hecho de que esté todo a la vista.

Este fin de semana he podido contemplar muchos objetos de cerámica en Salé (Rabat) que me han dejado maravillada. En unos días prometo hacer una entrada con fotos de nuestro viaje.