Cada rincón de este riad nos parece más espectacular que el anterior, en cada estancia encontramos un elemento decorativo que nos llama la atención y nos cautiva. Su propietaria acertó en las diferentes combinaciones de textiles, materiales y texturas, utilizando el blanco como base se colocaron de forma casi casual cojines, alfombras, mesas y lámparas, convirtiéndose en una lección de la decoración al detalle.

¿Qué detalle de este riad os cautiva a vosotros?