La medina de Marrakech nunca deja de sorprendernos, por sus innumerables pasadizos encontramos un montón de maravillas, entre ellas tengo que destacaros una: Dar Tadelakt…
Lo que llama mi atención es su aspecto bohemio y Gipsy, los tonos burdeos, verdes oscuros y azules predominan casi en la mayoría de las estancias. Se intentó restaurar la carpintería: puertas, ventanas y barandillas fueron pintadas en blanco y gris. Sin embargo la atmósfera de calidez deja entreverse si hacemos un recorrido por sus habitaciones y baños. Merecen un especial protagonismo los muebles casi en su mayoría tallados y traídos de diferentes lugares.
¿Qué cuál es mi estancia favorita? Sin duda, la cocina, con su maravillosa colección de teteras alineadas.

Marie Claire