Cerca de Oslo encontramos esta singular casa de madera con 140m2 y dos plantas. Su propietario, un fotógrafo que ha viajado y vivido durante mucho tiempo en Europa y Asia, ha querido darle a su hogar un toque de distinción.
Predominan los tonos claros, blancos, ocres y verdes que invitan a la relajación y al mismo tiempo le aportan vitalidad y energía.
La cocina, presidida por una gran mesa, destaca por el suelo de mosaico sobre el que presumen las sillas tolix. Por otro lado, las lámparas de estilo industrial le dan protagonismo a la estancia.

Llegamos a la sala de estar, y toda ella es acogedora, predomina el mobiliario de madera y un enorme sofá rebosante de cojines. Además, un pequeño e improvisado rincón de lectura sugiere un gran entorno de inspiración.

En el recibidor podemos anotar lo que se nos ocurra, mientras esperamos poder ver el dormitorio…

¡Qué maravilla! es una estancia preparada a conciencia para el relax, un lugar donde poder descansar y desconectar del trabajo estresante que nos espera.

Atelier Rue Verte

Me encanta, me encanta, me encanta!!!